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lunes, 12 de septiembre de 2011

APRENDAN GRINGOS!


Por ALEJANDRO MALDONADO
Hace unos días, 17 premios Nobel de Economía y mas de trescientos jóvenes economistas de más de 50 países se reunieron en la pequeña localidad alemana de Lindau, en la ribera norte del lago Constanza, y el debate se centró en la discusión que en estos días mantienen los dirigentes políticos de la Unión Europea y Estados Unidos, que intentan rescatar al mundo desarrollado de la peor crisis desde la Gran Depresión del 30.La impresión que dejaron los académicos en la mayoría de las intervenciones, es la de no tener recetas para resolverla y no saber cuándo finalizará..
“El Occidente vivió por encima de sus posibilidades durante los últimos años y de esta manera tragó ya una parte de su futuro”, dijo el profesor de la Universidad de Columbia Edmund Strother Phelps, Premio Nobel de Economía por sus aportes en el análisis sobre las compensaciones internacionales en las políticas macroeconómicas
Robert Mundell, considerado el padre intelectual del euro y, hasta cierto punto, también de la convertibilidad argentina sostuvo que los países desarrollados deberían volver a un sistema de tipos de cambio fijos, como el que existía hasta hace 40 años, cuando Estados Unidos desvinculó al dólar del oro, Aunque también aceptó que es muy difícil de implementar pues es improbable que la UE y EE.UU.se pongan de acuerdo sobre esta cuestión.
Myron Scholes, premio Nobel en 1997, no dudó en afirmar que “la crisis no ha terminado y no podría estimar exactamente cuándo ni cómo finalizará”. “Mientras persista la crisis, veremos más instituciones financieras en problemas, y todo será aún más doloroso para la economía mundial en lo que resta de año”.
Daniel McFadden, Nobel en 2000, sostuvo que la actual crisis provocada por la alta morosidad de las hipotecas de alto riesgo (subprime) en Estados Unidos seguirá golpeando a los mercados financieros y a la economía mundial. “Mientras siga la crisis vamos a ver muchas quiebras empresariales”, dijo el economista
“Los precios de los alimentos se duplicaron desde 2007 y, si los esfuerzos para combatir la pobreza de distintos gobiernos en el Tercer Mundo son exitosos, es posible que suban aún más”, planteó el premio Nobel de Economía 1996 James Mirrlees
“Los problemas de la deuda destruyen el sistema occidental. La inactividad de los políticos puede llevar a problemas económicos de larga duración”, dijo Eric Stark Maskin economista estadounidense, profesor de Ciencias Sociales en el Instituto de Estudios Avanzados (Premio Nobel del 2007).
El Nobel de economía George Akerlof ha criticado que no se castigue a los delincuentes de cuello blanco y que se facilite con las nuevas medidas económicas las condiciones para cometer este tipo de delitos, lo que provocará mayor destrucción de la economía en el futuro.
Robert Solow, premiado en 1984, aseveró: “Si bien aún no sabemos si estamos ante una recesión global, debemos prepararnos, porque en los próximos años el crecimiento será mucho más débil”.
Joseph Stiglitz, premio Nobel en el 2001, comentó que el origen de la actual crisis financiera es la evidencia de un error tremendo de los reguladores y supervisores de la economía. Dijo que “fue un fallo espectacular de los cerebros de la economía”. “Había una fiesta y el regulador, que tenía el mismo pensamiento que los que participaban en ella, no quiso convertirse en un aguafiestas”, concluyó el ex economista jefe del Banco Mundial. “Hay espacio para un nuevo marco de pensamiento económico; las actuales teorías fallaron en anticipar la crisis y, cuando ésta se produjo, dijeron que la crisis estaba contenida o que se debía a problemas exógenos. Nada de eso resultó verdad”, “la mano invisible que maneja los hilos del mercado, es invisible porque no existe”,afirmó Stiglitz
Dos premios Nobel de Economía, ambos heterodoxos y críticos acérrimos del neoliberalismo, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, elogiaron y pusieron como ejemplo a la Argentina. Las diferencias son notables. Mientras la mayoría de los intervinientes se inclinaron por enfocar la crisis desde una mirada ortodoxa, recomendando las ya clásicas recetas de ajuste fiscal y recorte del gasto social, Argentina afirma la necesidad de un cambio de paradigma y destaca el rol del Estado para sortear la crisis que se generó en el Hemisferio Norte y que, ahora, amenaza con instalarse, por la vía financiera y comercial, en todos los rincones del planeta
El capitalismo impone un pensamiento competitivo. En ese marco no importa tanto la fortaleza real de la empresa, sino la que se tiene respecto de los competidores. Del mismo modo se piensan las economías nacionales: para muchos actores económicos (bancos, fondos de inversión, empresas transnacionales), la debilidad de los países europeos ponen a la Argentina en una perspectiva interesante para invertir o fortalecer vínculos comerciales
En nuestro país, los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner llevaron adelante un plan integral de soberanía nacional que incluyó lineamientos económicos como la negociación de la deuda con una importante quita, superávit fiscal y comercial, récord de reservas , el pago de la deuda con el FMI, lo que nos permitió tener mayor soberanía para tomar decisiones en materia económica, mantenimiento de una paridad cambiaria competitiva, inversión en obra pública, energética y vial, impulso al consumo, creación de millones de nuevos puestos de empleo , el pase a manos del Estado de la administración de los recursos previsionales , entre otras cosas.. A principios de 2011, los resultados son tan contundentes que la relación con China es estupenda, la integración con Brasil, estratégica.
Una editorial publicada en el periódico estadounidense The New York Times opinó que la Argentina “ofrece valerosas lecciones” en su política económica, y que es “un caso testigo de cómo hacer mover nuevamente a una economía”, algo que “Washington haría bien en prestar atención”
La nota de opinión dedicó un extenso análisis firmado por Ian Mount al positivo cambio económico que tuvo la Argentina "La economía creció más del 6 por ciento al año durante 7 de los últimos 8 años, el desempleo ha descendido del 20 al 8 por ciento y el nivel de pobreza se ha reducido casi a la mitad durante la última década", describe.
Hace pocas horas, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pidió al Congreso la aprobación "sin demoras" de su plan para generar puestos de trabajo por 447 millones de dólares que incluye obras públicas y reducción de impuestos. "Faltan catorce meses para las próximas elecciones y millones de estadounidenses sin trabajo no pueden darse el lujo de esperar catorce meses para que el Congreso actúe” El proyecto impulsado por Obama, prevé destinar 140 mil millones de dólares en medidas de promoción de empleos
En la humilde opinión de este aún más humilde cronista, sería un error tomar las medidas aplicadas en Argentina como una receta para copiar, eso sería equipararlas a las recetas ideadas por los organismos internacionales de crédito, o a los planteos enunciados por alguno de los académicos premiados que se reunieron en el foro de Lindau, donde también se escucho decir que es muy poco lo que saben sobre las crisis sistémicas del capitalismo actual. Digo que es un error pues lo que sucedió por estas pampas es que el gobierno kirchnerista decidió tomar medidas económicas pero subordinadas a un ideario político que tiene al pueblo argentino como principal beneficiario.
La Argentina es un ejemplo, si, es una demostración de que la salida de la crisis económica global sólo podrá encontrarse si ponemos los intereses de los pueblos por sobre los intereses económicos de la corporación financiera mundial.