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miércoles, 1 de febrero de 2012

La etapa de la sintonía fina



Por Alejandro Maldonado


En el mensaje que, Cristina Fernández de Kirchner dirigió a la nación el 10 de diciembre, la presidenta introdujo el término “sintonía fina” para caracterizar el nuevo período de su administración. Para explicarlo hizo referencia a la crisis mundial, cuyas oleadas comienzan a llegar a las costas sudamericanas.

La crisis económica impacta en el comercio global y por consecuencia disminuye el ingreso de capitales provenientes de la exportación, además, el crecimiento del sector industrial, del consumo y de las inversiones produjeron un aumento de las importaciones que podría ocasionar un deterioro progresivo en la balanza comercial.

Con la Eurozona y Norteamérica en crisis económica, el excedente de la producción industrial de Asia se tratará de colocar en los países que han resultado menos afectados; esta situación es una seria amenaza para la industria local. La lista de «sectores sensibles» para la Argentina se está elaborando en la Secretaría de Comercio Exterior, y será cotejada con sus pares de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile para no afectar el comercio con los países vecinos.

En este contexto, en diciembre pasado, los países socios de Mercosur han tomado una resolución que los habilita a aplicar individualmente derechos de importación sobre 100 posiciones arancelarias por encima del AEC (Arancel Externo Común), hasta el 35% permitido por la OMC (Organización Mundial de Comercio).

La situación en nuestro país

Básicamente, la industria nacional está segmentada en dos grandes grupos. El primero tiene salida exportadora, su producción está relacionada al procesamiento de recursos naturales y a la exportación de commodities, no se vería muy afectado por el control de las importaciones. El segundo, cuyas empresas destinan su producción al mercado interno, genera mayor cantidad de empleo y tiene un nivel de productividad inferior respecto del primero. Una parte de ellas dependen en gran medida de algún tipo de importaciones para seguir produciendo o expandirse.

El gobierno ha optado por una solución que no debería afectar la actividad económica o las condiciones de vida de los argentinos: el control y sustitución de importaciones. Es decir, sustituir lo que no se puede traer del exterior, por producción local evitando una caída de los niveles de empleo.

La presidenta Cristina instruyó a sus colaboradores para llevar adelante un programa de Comercio Exterior Administrado, que incluye mecanismos como la Declaración Jurada de Autorización de Importación (DJAI), mecanismo que intentará seleccionar los productos que ingresan al país y fortalecer el proceso de sustitución de importaciones.

Declaraciones de la Ministra de Industria

Débora Giorgi, ministra de Industria, expresó “tenemos una industria que está de pie y ahora entramos en la etapa de la sintonía fina, que significa profundizar las políticas para aumentar la agregación de valor en territorio, las inversiones, generar más y mejor trabajo, incrementar la sustitución de importaciones y las exportaciones” y advirtió que “ante los desafíos que presenta la crisis internacional, más que nunca debemos defender de la competencia desleal a la industria nacional y al mismo tiempo profundizar un Estado presente que controle y evite posiciones dominantes en los sectores en los que, por su propia dinámica, hay pocos jugadores”.

También destacó la importancia de sustentar la competitividad de los insumos difundidos con coste y aprovisionamiento acordes a nuestro mercado, a la vez que puedan incrementarse las exportaciones con valor agregado. “Este gobierno seguirá aplicando medidas que favorezcan a la producción nacional y se sustituyan importaciones” afirmó Giorgi y exigió a los empresarios “más inversión en maquinaria y equipo, mayor capacitación para los trabajadores y orientar más recursos para investigación y desarrollo”.

La ministra les requirió a los fabricantes de bienes de capital que además identifiquen qué posiciones arancelarias consideran que deberían sumarse al sistema de Licencias No Automáticas (LNA), o solicitar protección mediante medidas antidumping.

Empresarios entusiasmados

Mariano Kestelboim -director de Fundación ProTejer- expresó que no se enfrentarán demasiados problemas mientras haya "mayor control aduanero, regímenes de promoción de la actividad y adecuación del crédito para empresas".

Víctor Hugo Benyakar, presidente de la Cámara de Indumentaria: "El Gobierno defiende a las industrias sensibles controlando las importaciones para que no ingrese mercadería a precios viles".

Fernando Guillemi, presidente de la Federación de Asociaciones y Cámaras de Ascensores de la República Argentina (FACARA), destacó que “nunca vi un Gobierno que apoyara tanto a la industria local como este. Me siento orgulloso de ser industrial, mientras que en décadas pasadas realmente sentía que mi trabajo no valía, considerando el poco apoyo oficial que nos daban”.

Sergio Airoldi, vicepresidente de Air Computers, sostuvo que con estas medidas se promueve el trabajo local “que no es solo mover cajas”, y se ofrecen más productos y mejor soporte.

Jaime Saiegh, presidente de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) anunció la fabricación de un avión para fumigaciones y otras tareas agrícolas para sustituir la importación de esas aeronaves.

El período que comprende las gestiónes de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner se caracterizó fundamentalmente por habernos rescatado del infierno neoliberal y de ir consolidando un proyecto de desarrollo con inclusión social, la etapa que comienza estará marcada por una mirada profunda para bucear en la estructura productiva argentina, que permita corregir lo que hace falta para hacer realidad el país con el que soñamos, un país para cuarenta millones de argentinos.