por Alejandro Maldonado
Por estos
días se vienen escuchando voces que mencionan con insistencia la palabra
“devaluación”, voces que provienen de los sectores exportadores y de mediáticos
consejeros financieros, quienes con toda clase de argumentos intentan convencer
a los argentinos de que entramos en un declive económico, que estamos ante el
abismo y nos vamos a caer si no devaluamos nuestra moneda con respecto al
dólar. Repasando algunas de éstas notas descubrí que muchos de éstos profetas
del pesimismo, tal vez por pudor, en sus necrológicos editoriales económicos
incluyeron algunas mínimas líneas que a modo de “peeerooo”, contradecían lo que
en abundantes palabras habían sostenido en el resto de la nota. “Para muestra
basta un botón”, veamos…
“Elevada inflación. Clima externo menos
favorable. Alta fuga de capitales. Menos reservas
internacionales y menor superávit comercial…Es muy
difícil “salvar” el actual modelo económico sin recurrir a una devaluación de
la moneda local… de todos modos, sí existen algunas razones para argumentar lo
contrario. En este sentido se encuentra la abultada cantidad de dólares que
mantiene el banco central. Pese a que las reservas internacionales muestran una
tendencia negativa, el monto de US$ 47 mil millones de reservas internacionales
le da un margen de maniobra muy amplio a la entidad para controlar el tipo de
cambio”.“En segundo lugar se encuentra el hecho de que el tipo de cambio real
aún mantiene competitividad. Si se lo compara con el tipo de cambio
multilateral que Argentina tenía en la década de los ’90, el actual aún muestra
competitividad a pesar de la elevada inflación doméstica”. Nota-“Argentina:Porqué esperar una devaluación
del peso contra el dólar?”-Inversor Global.
“ el gobierno está obsesionado con mantener
el valor del dólar en $ 4,48, cuando a ese precio la rentabilidad de las
exportaciones se está reduciendo sino es ya negativa, el turismo extranjero
comienza a caer significativamente....la recaudación automáticamente aumentaría
por las retenciones y la rentabilidad de
los sectores exportadores crecería. Las contras de una devaluación. La
primera es que originaría un salto en la inflación... pero es claro que para
controlarla se debería limitar el
aumento del gasto público… y posiblemente habría que subir las tasas de interés frenando la actividad económica.
Es cierto que el salario real caería, pero no sobre los bienes básicos, ya que a diferencia de los años 70, que Argentina exportaba los denominados bienes salarios (carne, trigo, maíz) hoy exporta soja, oro y autos, que no afecta directamente los salarios.-Nota firmada por Tomás Bulat publicada en El Cronista.
Es cierto que el salario real caería, pero no sobre los bienes básicos, ya que a diferencia de los años 70, que Argentina exportaba los denominados bienes salarios (carne, trigo, maíz) hoy exporta soja, oro y autos, que no afecta directamente los salarios.-Nota firmada por Tomás Bulat publicada en El Cronista.
Lo que ven
como positivo los voceros de la cadena del desánimo, es totalmente nefasto para
el trabajador y su familia. Se experimentaría una reducción del ahorro, por la
desconfianza en nuestra moneda, la gente trataría de ahorrar en una moneda
fuerte (dólar) que no se devalúe. Empezaría una carrera entre los salarios y
los precios, donde los aumentos salariales siempre llegan detrás, sufriendo una
merma en el consumo debido al bajo poder adquisitivo.Los más afectados por una
devaluación son los asalariados y jubilados, ya que con los mismos sueldos y
haberes no podrán comprar lo mismo que hasta ahora por un previsible aumento de
precios al consumidor. Es el permanente acecho de los capitalistas de
aprovechar cualquier situación, de confusión, de profundización de la crisis,
para posicionarse cada vez mejor, reduciendo tanto el salario Real como el
Nominal.
La visión
caótica que nos quieren vender es una falacia y cuando logran inculcar el temor
en algunos sectores de la sociedad ocurren cosas como esta :
“Los
comerciantes de Villazón, Bolivia, se rigen ahora por la cotización del dólar
paralelo de Argentina y no al de los bancos argentinos. El dólar rondaba casi
los seis pesos argentinos."La devaluación del peso argentino corrió a la
velocidad del viento. Por lo tanto los precios de los artículos se dispararon
por las nubes”.nota- “Fiebre
comercial en Villazón por devaluación del peso argentino”-El Tribuno, de Salta.
La realidad
es otra, las medidas cambiarias impulsadas por el Gobierno “afectan poco o
nada” a los argentinos, según revela una encuesta de la consultora Equis, en la
que el 77,9% de los consultados se expresó en ese sentido.
“ la Argentina tiene dólares suficientes para
garantizar el funcionamiento de su economía, tenemos que lidiar con esta
tendencia cultural y estructural, que frente a inventadas devaluaciones , hay
un corrimiento hacia el dóla… sólo el 12% de los mayores de 18 años participaba
de estas compras en moneda extranjera... en la Argentina es absolutamente
marginal la importancia de los depósitos en dolares… se trata de una fuga de
divisas del circuito de la producción y del empleo de nuestro país, y supone
sustraer una parte importante del ahorro de los argentinos de ese circuito, que
pasan a estar absolutamente ociosos.”expresó la
presidenta del Banco Naciòn, Mercedes Marcó del Pont en una entrevista para
Tiempo Argentino.
Hay cerca de
90 mil millones de pesos de liquidez excedente en el sistema bancario. Hace
pocos días la presidenta dijo: lo que estamos pidiendo a 31 bancos, es que entre
todos presten al sector constituído por la pequeña y mediana industria, lo
que un solo banco, el Nación, colocó en cuatro años y medio. El Banco Nación
tiene la tasa de mora más baja del sistema financiero. Los depósitos a plazo
fijo del sector privado crecieron 1,4% en la semana del 27 al 31 de
agosto, casi $ 2.000 millones, en todo agosto experimentaron un aumento
del 5,7%, equivalente a casi $ 8.000 millones. Es el incremento más alto de los
últimos 10 años y llega en los momentos en que el estado Nacional ha implementado mayores trabas a la compra de
dólares. Imposibilitados de comprar divisas los argentinos no tuvieron otra
opción que ir a la vía de ahorro más tradicional, según informes del Banco Central.
Esto demuestra que el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner está llevando
adelante un programa económico cuyos lineamientos están inscriptos en una
corriente neokeynesiana, apuntando a fortalecer el mercado interno, generando
mayor actividad económica y sosteniendo el empleo.
En momentos
en que, desde el denominado “primer mundo”, nos llega el impacto de la más
grave y profunda crisis de la historia del sistema financiero mundial, Argentina
enseña el camino correcto.