Buscar este blog

viernes, 16 de diciembre de 2011

RUMBO A NUESTRA AMERICA





Por Alejandro Maldonado

En los primeros días de diciembre, durante una cumbre constitutiva realizada en Caracas, se llevó a cabo el acto fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Para la creación del bloque continental acudieron a la capital venezolana los gobernantes de 32 países de América Latina y El Caribe.

La CELAC es el primer organismo regional americano sin Estados Unidos y Canadá, con el que los países miembros aspiran a consolidar su integración. Heredera de los foros de la Cumbre de América Latina y Caribe (CALC) y el Grupo de Río, empezó a gestarse precisamente en la cumbre celebrada en Brasil en 2008.

Con sus 570 millones de habitantes y un Producto Bruto Interno (PBI) en bloque de unos 6 billones de dólares anuales, CELAC, representa el mayor bloque político-económico a escala global y la tercera economía mundial.

La tasa de pobreza cayó de 31,4% en 2010 a 30,4% este año, lo que representa tres millones de pobres menos en la región, donde en los dos últimos años se han reportado los índices de pobreza e indigencia más bajos en dos décadas. La CEPAL estima que el número de pobres llega a unos 174 millones de personas, de las cuales 73 millones viven en condiciones de pobreza extrema o indigencia.

América Latina y el Caribe constituyen la región con mayor producción y exportación de alimentos del mundo.

El bloque representa casi el 30% de la superficie forestal del mundo, además posee el 33% de los recursos hídricos, es decir, el continente con la disponibilidad de agua más alta del planeta.

La región cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo y una de las más importantes de gas. Venezuela, Brasil y Bolivia destacan como los países con las mayores reservas de estos recursos.

América Latina, viene mostrando desde hace mucho tiempo, la necesidad de reimpulsar y transformar los viejos modelos existentes en nuestra región, los cuales han demostrado poca capacidad de respuesta ante las necesidades urgentes de un pueblo latinoamericano que requiere de nuevas visiones, nuevos planteamientos, ajustados a la realidad y con resultados concretos.

El sueño de Bolívar, de formar una sola nación desde México hasta la Patagonia

"La imaginación no puede concebir sin pasmo la magnitud de un coloso, que semejante al de Júpiter de Homero, hará temblar la tierra de una ojeada. ¿Quién resistirá a la América reunida de corazón, sumisa a una ley y guiada por la antorcha de la libertad?" Simón Bolívar

Encontramos esbozos de la necesidad de la unión continental en las ideas del patriota venezolano Francisco de Miranda (1750-1816), quien propugnaba la creación de una única nación a la cual se le llamaría Gran Colombia.

Años más tarde, en 1826, barcos estadounidenses llevaban armas y pertrechos para los realistas españoles que conspiraban contra la independencia de la Gran Colombia. Al mismo tiempo, el gobierno del país del Norte enviaba una delegación al Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por Simón Bolívar con el propósito de edificar una Confederación de Estados Latinoamericanos, como respuesta a la necesidad de una integración político-militar de las naciones recién independizadas del dominio español.

Un organismo que "sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias" escribía Simón Bolívar por aquellos días.

El Secretario de Estado norteamericano, Henry Clay, instruyó a los integrantes de esa delegación a que boicotearan y se opusieran a cualquier resolución que se tomara. Los "diplomáticos" norteamericanos recorrieron el continente vendiendo la doctrina Monroe: ellos como la cabeza y el poder de América.

En 1830 Norteamérica instiga la conspiración y el posterior asesinato de Antonio José de Sucre.

Son estos sucesos los que inspiran a Bolívar a decir en la histórica Carta de Guayaquil: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias en nombre de la Libertad".

Opiniones

Aunque no se trata en estos momentos de fundar una nación, la Comunidad que se ha conformado es un avance inédito en un proceso de integración que se ha acelerado en los años recientes con un marcado énfasis en la independencia.

CELAC es heredera de este sueño, puesto que agrupa a los países del continente en una entidad propia sin Estados Unidos y Canadá, a diferencia de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“La CELAC es un punto de llegada después de 200 años de batalla, pero también es un punto de partida”, señaló el presidente Hugo Chávez.

“Es un paso adelante para lograr mayor autonomía, para que los latinoamericanos no tengan que ir a Washington para resolver sus propios problemas” dijo el ecuatoriano Rafael Correa, a su llegada a Caracas.

"Dejamos de ser el patio trasero de un mundo dominado por las súper potencias o por algún poder hegemónico y esto determina que hay ahora un mundo multipolar y multilateral y ahora somos sujetos de la historia y no objeto" precisó Carlos Álvarez, secretario general de ALADI.

“Por primera vez en la historia, vamos a tener una organización de nuestra América. Si funciona y si tiene éxito (pues no se trata solo de crearla y ponerle nombre, dijo), se puede considerar el más grande acontecimiento de los últimos 200 años”, declaró el presidente de Cuba, Raúl Castro.

“Nuestras patrias hijas de la historia necesitan un alero que las proteja en todos los aspectos, pero ese alero solo lo puede brindar el poder disuasivo de andar juntos, de lo contrario seremos una hoja al viento”, reflexionó el presidente uruguayo José Mujica

“Por primera vez nos reunimos países que nunca se habían reunido. Primero tuvimos MERCOSUR, luego UNASUR, ahora CELAC, son anillos pequeños que se van abriendo”, comentó nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


“La CELAC es un pueblo, es la expresión de nuestra capacidad para encontrarnos con nuestros pueblos y para percibir la importancia estratégica y geopolítica de esta región”, dijo la presidenta de Brasil Dilma Rousseff.

El presidente de Panamá, Roberto Martinelli exigió la creación de una Secretaría Ejecutiva con “poca burocracia y mucha efectividad”. “Nadie le da ese seguimiento a estas cumbres para que se logre algo verdaderamente importante. Todos los años venimos, hablamos de las mismas cosas, tenemos los mismos problemas y no pasa nada, queda en nada”

El presidente Chávez informó que Venezuela, Chile y Cuba -donde se realizarán las cumbres de 2012 y 2013-, formarán la “troika” para continuar el trabajo político de construcción del bloque. “Ciertamente nos hace falta una estructura, no es poca cosa lo que estamos pretendiendo”, admitió.

Análisis de situación

Ahora los presidentes latinoamericanos deberán impulsar este esquema junto a otros en funcionamiento como el ALBA y UNASUR y tal vez unificarlos a todos, para así desarrollar los planes y proyectos en un solo proceso de integración sólido y estable, conformar una moneda de intercambio, un banco de cooperación, un organismo de seguridad y defensa, de educación, de salud y así intentar un mejor futuro y porvenir para los pueblos de la región.

El escenario político actual en nuestro continente es auspicioso, solo resta consolidar y sostener en el tiempo, con resultados satisfactorios, la estructura hasta ahora conformada, pues se ha demostrado que ahora la integración latinoamericana está más cerca que nunca.

Los gobiernos progresistas (aún con sus diferencias) están aplicando políticas de integración (UNASUR en Haití es un ejemplo de ello), en el Consejo Suramericano de Infraestructuras y Planeamiento (COSIPAN) se definieron 31 proyectos prioritarios con una inversión de 13.700 millones de dólares, los corredores ferroviarios (Brasil-Chile y Brasil-Bolivia-Chile) y las mega carreteras (Venezuela-Colombia-Ecuador y Perú-Brasil) conforman un plan de inversiones que va hasta 2022, proyectos novedosos como el Banco del Sur y Petrocaribe son una visión más global y a largo plazo.

El panorama global ha comenzado a cambiar y proyectos como los mencionados previamente no deben detenerse en el tiempo, es preciso profundizarlos y actualizar sus planes de acción. Desde hace tiempo, se ha señalado a la voluntad política como el principal requisito para la permanencia de una propuesta de integración, hoy ese condimento está presente en la mayoría de los presidentes de Latinoamérica; el interés mostrado en los diversos aspectos que son necesarios atender ha sido manifiesto. Ahora debemos trabajar en estas propuestas y aprovechar nuestras propias potencialidades, para conformar un bloque estable y homogéneo.

No hay comentarios: