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martes, 8 de enero de 2013

8 de Enero, ...pero de 1929 en Nicaragua, termina la invasión estadounidense y las fuerzas de ocupación son repatriadas.



 En diciembre de 1926 Estados Unidos llevó a cabo su enésima invasión a Nicaragua. El país estaba envuelto en una pugna por el poder entre el Partido Liberal y el Partido Conservador, y los marines llegaron para proteger sus intereses en la zona. La diplomacia consiguió que Adolfo Díaz, su candidato presidencial, del Partido Conservador, accediese a la jefatura del Estado.

Ya en aquella época no existían las sutilezas, imperaba la 'diplomacia del dólar', y Norteamérica no tenía reparo ninguno en invadir a los países centroamericanos: Lo hizo en decenas de ocasiones.
Los liberales no aceptaron al nuevo presidente y comenzaron la llamada Guerra Constitucionalista. Conservadores y estadounidenses lucharían contra ellos. 
Augusto Sandino,enemigo del Partido Conservador -se había exiliado del país cinco años antes por disparar contra uno de sus líderes- acudió en un primer momento a José María Moncada, general del Ejército Liberal Constitucionalista, pero este receló de él y decidió no alistarle.
Con un puñado de seguidores, emprendió entonces su propia lucha contra los marines y las fuerzas conservadoras. Las operaciones de los guerrilleros comenzaron poco después en el territorio montañoso de Las Segovias, al norte del país. El comando consiguió varias victorias de relevancia, ayudando al ejército liberal a ganar terreno a sus enemigos.
Sin embargo, en 1928, Moncada pactó con conservadores y estadounidenses el fin de la guerra, cuando las tropas de su Ejército controlaban los combates. Conocido como 'el Pacto del Espino Negro', supuso una victoria para la diplomacia norteamericana. Todos los generales liberales acataron la decisión, menos Sandino, que decidió continuar con su lucha "mientras quede un gringo en Nicaragua".
Comenzando con 30 hombres y 40 rifles, el comando sandinista, ahora Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, comenzó a ganar adeptos -llegaron a ser seis millares- y a ganar batallas, tras unos primeros meses con muchas dificultades.
Finalmente el 8 de Enero de 1929 el ejército norteamericano se retira del territorio de Nicaragua.

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